Felicidades Lu

te quiero muchisimo hermosa, disfrutá a full tus 18, gracias por todo.

Sentí sus ojos en mi espalda. Me dí media vuelta: sí, me estaba mirando.

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nariz... boleto al pasado

Cada vez que tengo una Plasticola en la mano cierro los ojos, la aprieto un poquito y huelo... llego en un instante a jardín de infantes. Así como el holor del fósforo quemado me sienta alrededor de aquella fogata, el repelente para mosquitos me transporta a las noches de veraneo, el aroma a los cuadernos nuevos de primer grado. Hace un tiempo atrás...

-.Todo mi cuerpo quiere verte.-

Cuarto menguante de la luna, ♥

♦ Tengo locos deseos de gritar por las calles, correr tras la paloma, que nunca he de alcanzar. Elevarme tan alto, donde divise el valle, profundizar mi espíritu, en las aguas del mar. Llorar sola, sin que nadie me vea. Vagar sin rumbo fijo, bajo la lluvia gris, vestir por un minuto de gloria mis ideas y poder escribir en un libro mi verdad. Desatarme del nudo, que me oprime a un recuerdo, volver a ser de nuevo, lo que en un tiempo fuí. Y en un día nublado, bajo el más crudo invierno, bajar mi humilde frente, perdonarte y morir ♦

f a m i l i a ♥

-.60 veces dije "puedo" 80 más me arrepentí.-

querido nadie:

♦ El escenario tiene de decorado calles, parques y playas llenas de sol, y muchas marionetas por todos lados que ríen, aman y sienten igual que yo.
♣ El público exigente que no perdona, el público es la gente sin corazón que se burla de ver un dolor ajeno, error de marioneta en la función.
♠ Hay otra marioneta, que está llorando porque ha quedado sola en un rincón... desde que otros violines la traicionaron sufre su corazón que no es de cartón.

mi corazón: es una valija

Había aprendido a edad temprana que podía verme sometida y obligada a hacer cosas en contra de mi voluntad. Había logrado salir de las turbias profundidades de la desesperanza gracias a mi terca y muda creencia en que la vida tenía que ser mejor. Había forjado mi fortaleza en el fuego del dolor; la mujer en la que me había convertido, la independencia, la habilidad, la reputación que me había labrado, me eran demasiado preciosas como para permitir que me diera por vencida. Él, era el reto definitivo de mi vida, y tendría que reunir toda mi fuerza de voluntad para afrontarlo.